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La gente no se da cuenta de que el impacto medioambiental de la industria de la telefonía móvil es enorme. Con más del 60% de la población mundial poseyendo algún tipo de dispositivo móvil, el potencial de residuos, uso de energía, demanda de materias primas y producción de gases de efecto invernadero está por las nubes.
El alarmante ritmo de innovación tecnológica, unido a un mercado impulsado únicamente por la competencia y los beneficios, ha provocado el lanzamiento de múltiples teléfonos nuevos cada año. Las empresas tecnológicas nos han lavado el cerebro para que compremos sus productos y sustituyamos nuestros teléfonos cada dos años por término medio. Imaginemos el despilfarro que esto genera.
Es una afirmación audaz ser los productores de “Los smartphones más sostenibles del mundo”. Hay que admirar la misión de Fairphone de cambiar la industria electrónica desde dentro, pero esto nos lleva a preguntarnos: ¿Es demasiado poco y demasiado tarde?
Esta empresa holandesa de telefonía móvil es una activista medioambiental que fabrica sus dispositivos con materiales reciclados y de comercio justo. La mayoría de los fabricantes de teléfonos obtienen sus materias primas de empresas mineras, famosas por la contaminación, las condiciones de trabajo peligrosas y el trabajo infantil.
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Fairphone está cambiando literalmente la industria de la electrónica de consumo para el BIEN. Fabrican magníficos teléfonos de larga duración, modulares y fáciles de reparar, pagan un salario digno a los trabajadores de sus fábricas en China, son neutrales en materia de residuos electrónicos y se esfuerzan por mejorar las prácticas de sostenibilidad en la cadena de suministro.
La empresa holandesa de electrónica Fairphone no es una empresa más de teléfonos inteligentes. Están en la industria para cambiarla. Para bien. Es la primera empresa que rompe el ciclo de querer que compres un nuevo smartphone cada uno o dos años. En realidad, quieren que conserves tu teléfono el mayor tiempo posible. Fairphone se dedica por completo a materiales y salarios justos. Todo lo que hacen, lo hacen de una manera escalable para inspirar a los mayores productores de teléfonos inteligentes. Se podría decir que son la primera empresa de telefonía que quiere que sus competidores les copien. Y además Fairphone es rentable. Así que… si una empresa relativamente pequeña como Fairphone puede hacer todo esto, también pueden hacerlo los grandes.
Fairphone en el mundo
Hoy en día, no sólo los holandeses y los atletas olímpicos de lycra están locos por la bicicleta. Cada vez son más las personas que cambian el volante por un par de manillares y se suben al sillín. Tanto si buscas una nueva ruta para ir al trabajo, como si quieres hacer un seguimiento de tus proezas deportivas o aprender a arreglar una rueda pinchada, aquí encontrarás la aplicación más adecuada para ti.
Los campos de refugiados carecen a menudo de un suministro constante de electricidad, lo que impide a los refugiados cargar su teléfono móvil, mantenerse en contacto con sus seres queridos y conocer información y acontecimientos importantes. El Proyecto Elpis ayuda a los refugiados a mantenerse conectados, empezando por los campos de Grecia.
Cámara del Fairphone 4
¿Qué tiene que ver la guerra civil en la República Democrática del Congo (RDC) con los teléfonos móviles? Mucho, según dicen los responsables de “FairPhone”. Están trabajando en los Países Bajos para desarrollar un teléfono inteligente que no sólo sea técnicamente innovador, sino que también se fabrique respetando los principios del comercio justo. Eso significa que tiene que ser sostenible, y las piezas utilizadas para producir el teléfono deben proceder de fábricas y minas con buenas condiciones laborales, en lugares donde se proteja el medio ambiente.
Para fabricar teléfonos inteligentes se necesitan numerosos metales de tierras raras y otros minerales, la mayoría de ellos denominados “metales conflictivos”. Como el término indica, los metales proceden de lugares donde la guerra civil y las violaciones de los derechos humanos forman parte de la vida cotidiana. Muchos de los metales proceden de la República Democrática del Congo, rica en recursos, donde se extraen en condiciones de trabajo peligrosas, en parte por niños. Los beneficios suelen utilizarse para comprar armas para las milicias armadas.
Pero el mayor productor de tierras raras es China. Las tierras raras se extraen principalmente utilizando ácido para lavar los metales de los pozos, dejando lodo envenenado. Como resultado, regiones enteras han quedado devastadas y pueblos contaminados en China.Niños trabajando en las minas de la República Democrática del CongoImagen: AFP/Getty Images
